sábado, 16 de julio de 2016
Esto no sé cuándo lo escribí, pero hoy decido que debe estar aquí. Ahora ni lo leo, sólo lo convierto en una entrada mas de este blog.
¿Cómo le pongo?... No sé. Como sea es patético: "Diario de una viuda"... "Soy viuda"... "Mi vida sola"... Patético y cursi. Pero si pretendo hacerlo público, con la única finalidad de que le pueda llegar a ser útil a una señora en condiciones parecidas a las mías, pues tendré que ponerle un título que la atraiga y que por lo menos diga: "Vamos a ver qué dice esta otra viuda, a ver si a mi me sirve". Mi experiencia ha sido esa, buscar en internet las reflexiones de quien esté recorriendo o haya recorrido este intensamente doloroso camino.
Por cuestión de orden anoto ahora temas que quiero desarrollar:
Hoy: La viuda a los ojos de los demás.
Y sí me importa cómo me ven los demás, pero además me importa porque me confronta conmigo misma, con la forma en la que yo veía a las viudas.
Ubiquémonos, pero antes debo precisar: No hay palabra más horrorosa que VIUDA. Es nefasta. La araña más peligrosa es una "viuda negra".
Hay quien me ha dicho: "Viuda¡¡¡ ¿VIUDA TU?..... jajaja, viuda Fulana, que se quedó con cinco hijos a los 18 años y embarazada... Entonces sí la pobre ni tiempo tuvo de llorarle al señor porque el mismísimo día en que se murió, ella tuvo que salir corriendo a pedir prestado para pagar los gastos inherentes e ingeniárselas para mantener a los críos. Tu eres una suertuda, a tu edad, con dinero y con el buen marido que tuviste, debes darle gracias a Dios".
De acuerdo: No soy esa VIUDA. Pero de todas maneras el sustantivo me es aplicable, entonces seré una viuda así, con minúscula. Dice Frankl, cito de memoria, que la buena suerte está significada por lo que no nos pasa. Admito entonces que la tuve porque dos terceras partes de mi vida las pasé junto al hombre que fue el amor de mi vida. Pero por favor, no me pidan que de gracias a Dios ahorita cuando aún no puedo dejar de reclamarle porque se lo llevó.
Un día, no recuerdo hace cuánto, una Señora que me parece muy simpática definió algo diciendo que era "como el dolor de la viuda", entonces yo pregunté ¿por qué el dolor de la viuda? y ella contestó definiendo ese dolor: "intenso pero breve"... Me reí, me hizo gracia y utilicé la frase cada vez que hubo oportunidad para ello. En general a todo el mundo le pareció gracioso y si a alguien lastimé pues se cuidó de decirlo: Ya sabemos que no podemos andar por ahí manifestando lo que sentimos.
La viuda a los ojos de los demás
La viuda a los ojos de sus hijos.
Durante la enfermedad
Cómo me sentí
Nuestro médico de cabecera
No encuentro mi lugar
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario