viernes, 25 de agosto de 2017

Hoy te extraño como diario

Hoy te extraño, como diario. Hoy lloro como lo puedo hacer cada vez que me acuerdo de ti. Pero hoy y ahorita en la noche no quiero pasar sobre tu recuerdo y quiero escribir y reiterar lo terrible y profundamente doloroso que me resulta tu ausencia. Todos los días me haces falta. Todos los días te echo de menos. Todos los días me doy cuenta que no acabo de aprender a vivir sin ti esta vida que momento a momento tendría que compartir contigo: mi único interlocutor necesario para vivir. La paz de mi alma, mi refugio. Mi enorme pena: la pena de tu pena. Mi enorme dolor, tu dolor. Siempre te pienso e intento en vano comprender tu pena y tu dolor por la conciencia de tu partida. Me duele.... me dueles en el alma y no dejas de dolerme.

sábado, 12 de agosto de 2017













Viernes 11 de agosto del 2017.
¿Alguien ha visto por ahí mi relación con una hija que traigo perdida?... No, no la hija; afortunadamente ella sí está localizable. Lo que no encuentro es mi relación con ella. Me urge, porque entonces sí me voy a dedicar en cuerpo y alma a buscar una chamarra gris que perdí.
A raiz de escueto comunicado recibido por la mañana de este mismo día sobre si no había yo visto aquí en mi casa una chamarra gris. Los "cómo amanecieron" están reservados para cuando los que amanecen aquí conmigo son  los suyos. En un tiempo ella fue mia. Cuando le hablaba o me refería a ella utilizaba siempre el posesivo mi anteponiéndolo a diversos sustantivos: mi amor, mi niña, mi vida, mi mona, mi bruja. Ahora ya no.
Si la esperanza es el origen de las frustraciones, debo aprender para no sufrirlas, que hoy ya no es mía, sino ajena a mi, distante de mi. Y he de decirme a diario que yo tampoco soy de ella, y convencerme de que no debo esperar nada.