sábado, 12 de agosto de 2017













Viernes 11 de agosto del 2017.
¿Alguien ha visto por ahí mi relación con una hija que traigo perdida?... No, no la hija; afortunadamente ella sí está localizable. Lo que no encuentro es mi relación con ella. Me urge, porque entonces sí me voy a dedicar en cuerpo y alma a buscar una chamarra gris que perdí.
A raiz de escueto comunicado recibido por la mañana de este mismo día sobre si no había yo visto aquí en mi casa una chamarra gris. Los "cómo amanecieron" están reservados para cuando los que amanecen aquí conmigo son  los suyos. En un tiempo ella fue mia. Cuando le hablaba o me refería a ella utilizaba siempre el posesivo mi anteponiéndolo a diversos sustantivos: mi amor, mi niña, mi vida, mi mona, mi bruja. Ahora ya no.
Si la esperanza es el origen de las frustraciones, debo aprender para no sufrirlas, que hoy ya no es mía, sino ajena a mi, distante de mi. Y he de decirme a diario que yo tampoco soy de ella, y convencerme de que no debo esperar nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario